Las almejas tienen la concha esculpida por surcos concéntricos. Su color puede ser blanco, amarillo o marrón claro y sus sifones están separados uno del otro. Vive en fondos de arena limpia, donde se entierra hasta una profundidad de 15-30 cm. Se aísla del exterior gracias al cierre hermético de sus valvas, manteniendo en el interior la cantidad de agua necesaria para sobrevivir. Es sedimentaria y gracias a los sifones extrae las partículas alimenticias que vienen suspendidas en el agua del mar. Es una especie unisexual, presenta los dos sexos separados. Su puesta tiene lugar en primavera y en el verano. Después de la fecundación pasan por un estado de larva hasta que a los 10-15 días comienzan a vivir enterradas.
INGREDIENTES (Para 4 personas
1 kg de almejas (preferiblemente de carril)
85 gr. de aceite de oliva
300 cl. de vino blanco
1 cabeza de ajo
2 ó 3 cayenas (guindilla picante)
30 gr. de pan rallado
Perejil
REPARACION
Se pone el aceite en una cazuela con los ajos bien picados y la cayena. Cuando los ajos estén bien dorados se le añade el vino blanco y se deja hervir hasta que se consuma el alcohol. Se baja el fuego y se va añadiendo el pan rallado, bien espolvoreado y removiendo bien para que no haga grumos, hasta que la salsa quede seca (la cantidad de pan rallado es aproximada porque cada pan rallado absorbe más o menos líquido). Este preparado se guarda para añadir más tarde.
En una sartén o cazuela de bastante superficie y cuando esté bien caliente, se echan las almejas y después de medio minuto en el fuego se añade la salsa que teníamos preparada.
Se mezcla bien la salsa con las almejas y se deja al fuego moviendo la sartén con frecuencia. A mitad del proceso se añade el perejil bien picado y se espera que las almejas se vayan abriendo. Es importante ir sacando las almejas a los platos en el momento que se vayan abriendo una a una, para que no pierdan sus jugos en el fuego. Una vez sacadas todas las almejas en los platos, se reparte la salsa por encima de las almejas.